miércoles, 21 de octubre de 2015
Rebirth (La cigarra del octavo día). Película.
Esta película de Izuru Narushima (A Lone Scalpel, Midnight Eagle), Rebirth, es la adaptación de la popular novela de Mitsuyo Kakuta "Youkame no Semi" (editada en España como "La cigarra del octavo día"), que ya ha sido adaptada anteriormente en forma de dorama de la NHK, y que centra su historia en dos mujeres con una vida complicada pero que luchan por sobrevivir.
Una mujer llamada Kiwako secuestra a la hija recién nacida de la esposa de su amante tras haber abortado su propio hijo por una falsa promesa de amor. Durante cuatro años Kiwako cuida a esta niña como suya hasta que es detenida y la niña, llamada Erina, vuelve a sus padres biológicos. Aunque nunca llega a adaptarse del todo, Erina crece sin problemas y se convierte en adulta que se involucra con un hombre casado y se queda embarazada. Repitiendo los errores de Kiwako emprenderá un viaje para conocerse a si misma y su pasado.
Rebirth es una película que trata un tema muy difícil, muy complejo, el del secuestro de una niña y sus consecuencias posteriores que afectan tanto a victimas como culpables, y sorprende con que sensibilidad se nos retrata.
Aunque este film podría ir a lo fácil, hacia el melodrama barato, y las soluciones y dilemas sencillos, esta cinta opta por el realismo, la dualidad, y por presentarnos unos personajes heridos y perdidos.
No estamos ante una película fácil, se nos presenta un viaje, el que Erina se embarca para encontrase así misma, un tumultuoso viaje lleno de ternura y la angustia, en el que por medio de continuos flasbacks se intercala y se nos muestra el presente y pasado del personaje.
En medio de este viaje emocionalmente fascinante y desgarrador, se nos presentan diversas cuestiones, como una familia puede superar una tragedia como el secuestro de una hija, como es la vida después de ello, como una niña sobrevive y crece en una familia y una sociedad con la que parece no encajar del todo después de ser secuestrada y volver a su hogar... cuestiones y conflictos a los que una familia reacciona con emociones contradictorias, cuando en teoría, y en otro tipo de película, deberían ser totalmente felices.
Esta cinta va mas allá de presentarnos una película de secuestros, donde no se suele mostrar el después, y donde el malo no es tan malo y los buenos al final no pueden rehacen felizmente sus vidas.
Aquí se exploran las razones que hay detrás de un acto tan horrendo como es apartar un recién nacido de su familia, y como y porque una familia no puede olvidar y rehacer su vida después de ello. Todo ello se nos transmite por medio de una dualidad que va mas allá del mal y el bien. Y es que su director, Izuru Narushima, aborda estos temas y cuestiones priorizando el drama existencial personal y familiar.
Esta película galardonada a lo largo del 2011 con numerosos premios, entre ellos a mejores actrices, se los merece todos. Mao Inoue (Boys over Flowers, Gegege no Kitaro) y Hiromi Nagasaku (Funuke Show Some Love, You Losers!) están impresionantes, tienen entre si unos papeles muy difícil de interpretar como secuestrada y secuestradora, patológicamente muy complejos.
Mao Inoue interpreta a una joven muy independiente que se ha convertido en una persona emocionalmente disminuida, ni ha podido ni se ha permitido disfrutar de su vida, se siente culpable por demasiadas cosas de las que no es responsable. Mantiene una relación muy distante y fría con sus padres biológicos, en especial con su madre, que no puede volver a conectar con su hija, además de culparla de no poder olvidar por todo lo que ha pasado, al mismo tiempo que se culpa a si misma por haberla perdido durante esos años en que ha estado apartada de su familia.
El personaje de Hiromi Nagasaku podría haber sido presentado como un ser horrible, pero no es así, y poco a poco, y aunque sea duro admitirlo, comenzamos a simpatizar con su difícil situación. Es una mujer muy frágil, que se le quitó el privilegio de ser madre, y con este secuestro, simplemente quiere ser una buena madre, además de vivir y sentirse como tal. Su relación con su hija es entrañable, con momentos verdaderamente conmovedores, y será lo que influenciará más a su hija ya adulta en las situaciones y decisiones más difíciles.
Rebirth es una película de mujeres y de actrices, y todas ellas son presentadas como personajes individuales y traumatizados, con una relación particularmente trágica entre ellas.
Que no os asuste, su duración, sus dos horas y veinte no solo conforman una gran película, sino que se desarrolla a un muy buen ritmo narrativo.
Puntuación 8/10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario