martes, 21 de abril de 2015

Orgullo y Prejuicio de Jane Austen.




Inglaterra, finales del siglo XVIII. El matrimonio Bennet vive con sus cinco hijas, entre las que destaca la mayor, la bella Jane, Lizzie, de fuerte temperamento, y la menor, Lydia, que desea ante todo un marido. Cuando un soltero rico y su círculo de sofisticados amigos se instalan en una mansión vecina para pasar el verano, las Bennett se entusiasman con la posibilidad de nuevos pretendientes. Lizzie conoce a uno de ellos el apuesto y elegante Sr. Darcy, pero su primera impresión es que es orgulloso y arrogante, confirmándolo en sus diversos encuentros, pero del amor a odio hay dos pasos.
No nos engañemos Orgullo y Prejuicio no es una novela “ñoña”, no estamos ante la típica historia romántica, si que tiene todos los elementos propios de una “comedia romántica” pero siempre desde una perspectiva inteligente, irónica y “feminista”.

Sin duda Austen es una de las grandes novelistas de la historia (muy querida y reputada en su tierra natal), que de forma elegante, ligera y sarcástica es capaz de crear unas entrañables historias increíblemente detalladas y costumbristas, a la vez que criticas con la sociedad inglesa de la época.
Esto se ve reflejado en sus personajes, sus heroínas son personajes (al igual que ella misma), adelantados a su época que no solo deben enfrentarse a sus respectivas desventuras amorosas (y no tan amorosas), sino a la propia sociedad.
Escribía sobre mujeres fuertes, inteligentes, mordaces, y de carácter que viven en circunstancias sociales y culturales muy cerradas, y que la propia escritora vivió en sus propias carnes, por lo que le es tan fácil reflejar su época, su sociedad y cultura, y sobre todo, el comportamiento de sus creaciones (tanto l@s fuertes por su propio carácter, como l@s más comunes de la época que vea reflejadas a su alrededor, y con l@s que es, a veces).

La elaboración de sus personajes es quizá el punto fuerte de la escritora. No solo es capaz de crear y caracterizar personajes en una simple pincelada, sino que los define psicológicamente a la perfección por medio de sus actuaciones, pensamientos, y diálogos. Diálogos de lo más mordaces, irónicos, y con “cierta mal leche”.



Publicada originalmente en 1813 Orgullo y Prejuicio es una obra que no ha envejecido nada, siendo igual de transcendental (incluso mas) y "moderna" que en su época, por lo que no es de extrañar que sea considerada una de las obras maestras de la literatura inglesa de todos los tiempos (y desde ya ha pasado a ser una de mis novelas favoritas), cotas que se ha ganado gracias a la buena narrativa, al perfecto retrato de una época, y ante todo una excelente y perfilada galería de personajes (y sus relaciones).


Puntuación 10/10

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