Komako Sakai (1966-) es una ilustrador y cuentista japones de historias entrañables, delicadas y melancólicas, cuentos sencillos, agridulces y fascinantes que representan un mundo con una gran resonancia emocional.
Sus cuentos son minimistas (con pocas palabras), pura poesía que representan la esencia de la niñez por medio de pequeños, simples y comunes hechos de la vida de estos. Son retratos de una magnífica belleza y sensibilidad sobre la infancia. Son historias sencillas impregnadas de sentimientos y belleza, tratan temas como la perdida, la soledad, la angustia, las relaciones familiares,... y ante todo la curiosidad y el descubrimiento.
Su obra también tiene una fuerte carga naturalista, y nos suele mostrar el contacto y descubrimiento de la naturaleza por parte de los niños.
Sus dibujos con una textura intensa y teñidos de tristeza y expresividad, representan figuras realistas de niños y animales, y captan a la perfección lo genuino, lo oscuro y hermoso de la vida, y transmiten las emociones de las historias.
A continuación os dejo con unas breves reseñas de diversos de sus cuentos publicados en España.
La Pequeña Ana
La pequeña Ana se despereza bajo las sábanas, se frota los ojos y sin prisas se sienta en la cama.
Todo está oscuro a su alrededor. ¡Todavía no es de día!
Ana se levanta sin ningún miedo. Todo el mundo parece dormir a pierna suelta. Tan sólo Chiro, su gato, está en pie. Ambos explorarán, en silencio, un mundo nuevo donde el tiempo parece haberse detenido. No hay nadie que les pueda decir nada. Nada de nada.
De manera deliciosa, delicada y tierna, Komako Sakai nos presenta la historia sencilla y cálida sobre una inocente niña que experiencia la soledad y la profundidad de la noche por primera vez. Pero lo que podría haber sido un relato espeluznante, es representado de manera lo mas agradable, siguiendo a la pequeña Ana en su curiosidad y en afán de aventura, sumergiendonos en la tranquilidad y oscuridad de la noche.
El oso y el gato salvaje
Esa mañana, el oso lloraba. Su amigo el pequeño pájaro había muerto. Taló un árbol del bosque y fabricó una cajita. La barnizó con zumo de bayas silvestres. Rellenó el fondo con pétalos de flores. Luego, puso delicadamente a su amigo en el interior. Se diría que el pequeño pájaro estaba simplemente durmiendo. Sus plumas coloreadas estaban infladas y su pequeño pico negro, brillaba como el ónice. El oso estaba muy triste recordando a su amigo… Un día, dando un paseo, se topó con un gato salvaje durmiendo la siesta en la orilla del río. A su lado, en la hierba, había una mochila vieja y una caja de forma muy extraña. Era un violín.
Con bellas ilustraciones, sin apenas palabras, Sakai en colaboración esta vez de la reconocida escritora Kazumi Yumoto (Los Amigos, Viaje a la Costa), nos presenta una conmovedora historia de superación de la perdida y del dolor ante la muerte. Sufrimiento que superara con el paso del tiempo y experimentando nuevas sensaciones y ante todo gracias a la amistad.
Cuando deje de nevar
Aquella mañana, cuando desperté, mamá me dijo: 'No hace falta que te levantes todavía'. Y yo le dije: '¿Cómo es eso?', y ella me respondió: 'Hoy la guardería estará cerrada, ha estado nevando toda la noche y el autobús de la escuela se quedó atascado'.
Historia de lo mas dulce y cotidiana protagonizada por animales humanizados y que representa la belleza y magia de los días nevados. Pero también la tierna relación entre madre e hijo, y la inquietud de la espera.
En el prado
Papá, mamá y mi hermano mayor juegan y se bañan junto al río. Yo prefiero perseguir una mariposa. Se va volando hacia el prado, que huele maravillosamente. Voy tras ella, pero no me espera. La mariposa desaparece, pero...¡Mira! ¡Un saltamontes! Cierro los ojos. Tengo un poco de miedo. Oigo todo tipo de ruidos... ¡Oh, es mamá!
Cuento de gran belleza y elegancia que narra con la ingenuidad infantil las maravillas de la naturaleza, Yu-Cham descubre la naturaleza, entre la confusión, la maravilla, la curiosidad, e incluso el miedo, explorándola perdida de la seguridad del hogar y la familia.
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