Después de la mucho más tranquillara "Hula Girls", el director Sang il-lee volvia a la dirección esta vez a un trabajo más duro y mucho más profundo, un drama con un asesinato de por medio (basado en una exitosa novela de Shuichi Yoshida, del mismo nombre, y traducida a España como El Hombre que quiso matarme) , en el que reflexiona sobre la soledad, las apariencias, y sobre como las circunstancias pueden llevarnos a los lugares que menos sospechamos.
Yuichi vive con sus abuelos, de los que se ha de encargar en un pequeño pueblo costero de Nagasaki. Solitario por naturaleza,apenas tiene contactos con una chica a la que conoció a traves de una web. En una noche en que tenían una cita, la chica le deja plantado para salir con un universitario ricachón, así que les sigue en su coche.
A la mañana siguiente la chica aparece muerta en una cuneta, siendo el primer sospechoso el niño rico. Yuichi intenta seguir adelante con su rutina diaria aunque la policía también comienza a sospechar de él, y conoce a otra chica a través de la misma web.
Sang Il-lee ha conseguido con esta su película más compleja, y más profunda, tocando temas como la propia condición humana, y lo peor de ella. Esta no es sólo una história sobre un asesinato, partiendo del crimen, del cadáver encontrado en la cuneta, vemos las diferentes reacciones que provoca en las personas cercanas a la victima, en los implicados y en la gente que rodea a estos.
El protagonista es Yoichi, al que interpreta con intensidad y austeridad Satoshi Tsumabuki, pero su trama tiene tanto valor como las demás, en ese sentido la película intenta tener una mirada mucho más global. Su personaje, traumatizado por haber crecido sin madre, es incapaz de relacionarse con nadie, sólo se siente seguro en su coche.
También seguimos al destrozado padre de la victima, con un trabajo colosal de Akira Emoto y a su mujer Yosiko Miyazaki, que han de seguir adelante sintiendo la rabia de haber perdido a su hija y la culpa por no haberla protegido lo suficiente. Su parte me parece la más emocionante de la película.
Por otro lado esta el niño rico al que interpreta Masaki Okada, que responde al miedo con cinismo y fanfarronería, pero que necesita la complacencia de sus superficiales amigos para sentirse seguro. Su personaje es despreciable y Okada hace en eso un trabajo magnifico.
Y no nos olvidemos a la victima, a la que interpreta Hikari Matsushima, en otro papel mucho más pequeño de lo habitual, pero en su linea estelar.
Pero creo que la mejor interpretación de este film lleno de excelentes interpretaciones, no en vano todos los premios que se ha llevado han sido para sus actores, es la de Eri Fukatsu, como la tímida y necesitada de cariño dependienta de una tienda que cruza su camino con Yoichi, y que a pesar de todo no puede dejar de estar a su lado. La actriz es capaz de dotar a su personaje de crudeza, ternura, y una sensibilidad espectacular.
El director hace un trabajo magnifico podríamos decir en la construcción y deconstrucción de los personajes: en la primera parte de la película todo parece muy claro, quienes son los "buenos" y quienes los "malos", la acción se va desarrollando con muchos flashbacks rellenando lo que el espectador no sabe, y añadiendo las mismas escenas pero desde el punto de vista de otros personajes.
Pero poco a poco van apareciendo los "grises", todo no es lo que parece y los "buenos" ya no son tan "buenos", y los "malos" ya no son tan "malos", y cualquiera, en un momento determinado, puede perder los estribos y cometer una locura; no es una justificación, es una realidad del carácter humano.
A partir de ahí la acción ya se desarrolla de manera lineal, intercalando las tramas de los distintos personajes, pero ya sin la necesidad de jugar a "quien es el culpable", centrándose en los propios dramas personales de cada personaje, su soledad y su manera de lidiar con las distintas circunstancias e inseguridades.
Igual que en varias películas que hemos visto recientemente, se vuelven a ver los metodos agresivos y opresivos de los medios de comunicación que cubren el caso, y su influencia en los familiares, a los que atacan y culpan como jueces y ejecutores.
En este caso para mayor escarnio el personaje que sufre más sus ataques es la abuela de Yuichi, un a mujer que sufre por todas partes, con un marido gravemente enfermo, una hija de la que no quiere saber nada, y su nieto buscado por la policía, a la que encima le tima un médico que, de nuevo, no es lo que parece.
Kirin Kiki, la eterna abuela del cine nipón, también consiguió premio con su interpretación como abuela coraje, muy merecidamente.
Coincidencias, esta película ha tenido que coincidir en el tiempo con otra mirada hacia la maldad del ser humano como "Confessions" de Tetsuya Nakashima, con la que no habría que compararla, puesto que aunque el punto de partida es parecido, las consecuencias de un crimen, los caminos que eligen son bien diferentes.
"Villain" (Akunin) tiende más a provocar la reflexión en el espectador y en comentarla después de verla.
Puntuación 8´5/10