Judd Winick es uno de mis guionistas favoritos por incorporar en sus series de superheroes historias políticas y sociales tan actuales, reales e humanas, que le dan al superhéroe, y por tanto serie, ya por si mismo muy comprometido, aun mas conciencia social. Siempre había oído que Winick incorporaba tales temas, y era todo un activista, a raíz de su amistad con un chico al que conoció en un programa estilo Gran Hermano de la MTV, llamado Real World (a pesar, claro, de sus ya, propias ideas liberales). Una relación que le marco y que, como el mismo comenta, hizo que encontrara su estilo narrativo, y que fue llevada a comic, por el propio Winick, en la obra galardonada, que paso a comentar, y que ha tardado ocho años en ser editada en nuestro país.
Pedro y yo, nos cuenta la historia de un joven y desconocido Winick que se presenta a un reality show de la MTV en el que un grupo de personas muy diferentes entre ellas, conviven en una misma casa, al mismo tiempo que siguen sus vidas normales, en un periodo de tiempo de seis meses.
Allí entabla una amistad con diversos participantes (allí conoció a su actual pareja), pero en especial con Pedro Zamora, un chico de 22 años, de origen cubano que desde los 17 años es seropositivo, y desde entonces ha dedicado su vida a prevenir y luchar contra el sida.
INCREIBLE, no he parado de llorar leyendo este comic, creo que nunca me había pasado, si emocionarme pero nunca hasta tal punto, no solo por tratarse de una historia real, sino por la sencillez, y naturalidad en que Winick narra esta emotiva historia, es como si un amigo te estuviera contando personalmente por la dura experiencia que ha pasado.
Winick consigue desde el principio que nos adentremos en la historia y que nos sintamos parte de ese “grupillo” de amigos que forman, que los sintamos cercanos, de tal manera que la historia te llega más hondo, como si les conociéramos personalmente y de toda la vida, y sintamos el dolor que presentan los personajes en nuestras propias carnes.
La lectura de este comic me ha mantenido absorta desde la primera pagina hasta la última, a pesar de lo dura, que me parecía la lectura, (no cae en la sensiblería, pero sin duda es muy conmovedora) y no podía dejarla.
Después de leérmelo no tenía fuerzas para hacer nada, para olvidarme de él y pasar a otra cosa, necesitaba reflexionar sobre lo que había leído, necesitaba tranquilizarme, mentalizarme, y contarle a todo el mundo hasta que punto me había dejado marcada esta historia tan personal y humana.
Para comprender la envergadura de la historia, hay que situarla en la época en el que sucedió los hechos, en 1993, cuando la homosexualidad no estaba tan en boca de todos, no salía del armario cada dos por tres un personaje público, pero sobretodo, cuando no había casi información sobre el Sida, por lo que es, un documento (aunque el comic no se público por primera vez en USA en el 2000) y una historia aun más valiosa.
Creo (y por lo que el propio autor describe en este comics) que por una vez la MTV con el programa de ese año del Real Word dio un paso muy valiente hacia adelante, sirvió para, no solo dar a conocer la vida de Pedro, sino el mensaje que él quería dar, sensibilizar al mundo sobre el Sida, y educar y dar a conocer mejor esta enfermedad y sus enfermos.
No he hablado del dibujo, y es que está claro que puede echar para atrás a más de uno, además de por tratarse de un comic editado por Astiberri, editorial que como siempre nos aporta ediciones impecables, pero a un precio elevado (16 euros) que no todo el mundo se puede permitir; pero a pesar de su poco atractivo visual a simple vista (te acostumbras, o mejor dicho olvidas fácilmente) vale muchísimo la pena este excepcional comic, tanto para hacer la vista gorda al “feúcho” dibujo de Winick, como para rascarse un poco el bolsillo.
Este comic trata sobre las ansias de vivir, la amistad, la pérdida, los prejuicios, la ignorancia, …… pero sobretodo, es todo un testimonio, un homenaje a una persona, y amistad.
Un comic necesario, educativo, que debería ser lectura obligada en las escuelas.
Puntuación 9/10
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