Asentada ya desde hace algunos años, la editorial norteamericana Haika Soru se ha especializado en publicar en inglés novelas japonesas contemporáneas de ciencia ficción y fantasía. Dentro de su más que recomendable catálogo se encuentra “MM9” de Hiroshi Yamamoto, una novela que toma como fuentes de referencia el Kaiju Eiga y el cine de ciencia ficción norteamericano de los años 50.
A partir de esas influencias crea un universo que resuena completamente familiar para los que somos fans del género, homenajeando a muchísimos títulos conocidos, tanto japoneses como norteamericanos, dando lugar a una lectura muy ligera.
La doble M del título equivale a “Monster Magnitude”, y es que seguimos al departamento de Medida Monstruológicas, que se engloba dentro de la Agencia Meteorológica japonesa. Este es un equipo de expertos de diversas ramas, con integrantes provenientes del mundo de la ciencia, el ejército y la astrofísica, que conforma un grupo activo las 24 horas del día, a la espera del siguiente avistamiento Kaiju.
En esta primera novela les seguimos en cinco casos diferentes, con los que tendrán que lidiar de la forma más adecuada para acabar con el peligro creando el menor daño posible a las zonas afectadas. En cada aparición monstruosa, el equipo le da un nombre al monstruo, además de su calificación según su tamaño, siendo el máximo conocido MM9.
En esta primera novela les seguimos en cinco casos diferentes, con los que tendrán que lidiar de la forma más adecuada para acabar con el peligro creando el menor daño posible a las zonas afectadas. En cada aparición monstruosa, el equipo le da un nombre al monstruo, además de su calificación según su tamaño, siendo el máximo conocido MM9.
Mi primer contacto con “MM9” fue hace tres años, cuando esta novela del 2007 de Hiroshi Yamamoto tuvo su adaptación a la pequeña pantalla, en una serie del horario de medianoche. Aunque no la pude ver por falta de subtítulos, el título ya se me quedó grabado, hasta que el año pasado Haika Soru, una editorial a la que ya seguía desde sus inicios, me la volvió a recordar anunciando su publicación.
Como fan del género, “MM9” es absolutamente recomendable. El formato escrito permite unir lo mejor del género, que no deja de ser la acción, con un trasfondo mucho más labrado de los personajes, más aún al tratarse de un equipo al que podemos ir conociendo más en profundidad según participan en cada aparición monstruosa.
Yamamoto construye un universo propio en el que ese departamento de Medidas Monstruológicas son una especie de parias de cara a la sociedad, casi un mal necesario. En absoluto son héroes, sino un equipo que vive constantemente en la cuerda floja: si actúan con mano demasiado dura pueden ser considerados puros asesinos, pero si no toman las medidas correctas el público puede pensar que no sirven para nada.
Además está su trato con la prensa, con los que toman grandes precauciones al hacer los anuncios de peligro, una palabra de más puede provocar el caos y grandes pérdidas a la zona afectada por el monstruo de turno, y a la vez pecar de prudente puede traer víctimas o daños superiores.
Además está su trato con la prensa, con los que toman grandes precauciones al hacer los anuncios de peligro, una palabra de más puede provocar el caos y grandes pérdidas a la zona afectada por el monstruo de turno, y a la vez pecar de prudente puede traer víctimas o daños superiores.
Así seguimos a este equipo con un trabajo en absoluto fácil como el de tomar decisiones complicadas sin apenas tiempo para reaccionar, que busca en el estudio de casos anteriores las claves para tratar los fenómenos Kaiju con la mayor rapidez y eficacia.
Los personajes no dejan de ser científicos, con lo que buscan constantemente explicaciones y soluciones puramente basadas en la ciencia para predecir los movimientos o la naturaleza de cada monstruo.
No entraré mucho en detalles para no chafar la teoría que explica el libro sobre el porqué aparecen esos monstruos, y de donde vienen, pero todo encaja bastante en el universo creado por el escritor, que pone mucho énfasis en intentar explicar cada fenómeno.
Yamamoto debe de ser un buen fan del género sin duda, ya que además de algunas referencias al Kaiju Eiga, desde Rodan hasta la Isla de los Monstruos, hay guiños a películas como “Tarantula” de Jack Arnold o “La mujer de los 50 pies”.
Los cinco casos pasan realmente volando, el libro es de apenas 250 páginas, y desde luego no le haría ningún asco a que el sello (o, mejor todavía, alguna valiente editorial española) tradujera alguna de las otras dos novelas del mismo universo “MM9 – invasion” y “MM9 – Destrucion”.
Puntuación 8/10
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